APUNTES PARA LA ELABORACIÓN DE UN PLAN DE COMUNICACIÓN DE UN INSTITUTO

No es nueva la preocupación por la comunicación entre los diferentes agentes de la comunidad educativa en un instituto. Los centros de educación secundaria en poblaciones medianas, así como en barrios de ciudades grandes, tienen un papel social muy relevante. Además los vínculos se mantienen por que la “comunidad” de antiguos alumnos es grande y dinámica con distintas formas de expresión. Además, las RRSS están sirviendo como elemento dinamizador de las relaciones del instituto con su propia historia. Se transmiten recuerdos, el instituto está en miles de perfiles, fluyen fotografías, recuerdos.

Creo, por tanto, que la comunicación entre la sociedad y el instituto es muy viva pero debe adaptarse a las nuevas formas de comunicación para darle continuidad y para hacerla más ajustada a la propia vida académica. Éste sería el objeto de un plan de comunicación que debería atender las necesidades de profesores, alumnos, familias y del propio centro. 

A mi entender el profesor necesita conectar con los alumnos no sólo para obtener objetivos académicos y competenciales, sino para crear un clima equilibrado de relaciones que permitan sortear los obstáculos del desnivel generacional. Canales de comunicación diferentes a la clase son de gran utilidad. Lo han sido siempre. Sirvan como ejemplo las actividades extraescolares, especialmente viajes de estudios. La comunicación del profesor con las familias, especialmente para la etapa de educación obligatoria, debe buscar su mayor implicación de las mismas, lo cual no han resuelto las nuevas herramientas telemáticas, a pesar de su mayor agilidad y rapidez. Creo también que es de gran importancia la comunicación entre profesores, para mutuo enriquecimiento didáctico y científico. También para compartir penas y glorias.

 

 

Los alumnos, teniendo en cuenta su diversidad, tienen una gran intuición a la hora de establecer vínculos entre ellos a través de las RRSS, pero también son proclives a caer en los aspectos negativos de las mismas. Se abre un gran reto en la educación conectada, pero no hay más remedio que hacerle frente. Aunque quizás lo más apasionante es la búsqueda de un nuevo sistema de relaciones entre profesores y alumnos en este nuevo contexto. 

La comunicación entre el centro y las familias, en mi opinión requiere mecanismos más formales. Es indudable que la información institucional debe seguir siendo la web del centro, así como las herramientas telemáticas de la administración, que constituyen el instrumento más utilizado en la relación con las familias.  No obstante, habría que valorar la creación de un entorno de comunicación entre el centro y las familias. La comunicación interna –centro y profesores y profesores entre sí- ha encontrado en determinadas aplicaciones un buen recurso. En la Región de Murcia un grupo de profesores crearon una herramienta de comunicación –INFOALU- que  está funcionando muy bien. 

En consecuencia, los objetivos y canales que debería utilizar el plan de comunicación serían:

Para los profesores se debería optimizar todo lo relativo a la documentación académica, relativa a evaluaciones, programaciones, para que no suponga más dedicación de la estrictamente necesaria y mejorar los canales específicamente docentes, tanto de actualización de la formación científica y didáctica, como de la comunicación con los alumnos. El profesorado también demanda herramientas que faciliten la evaluación individualizada y global de los alumnos, teniendo en cuenta que la carga lectiva ha aumentado, así como el número de alumnos. Los procesos de intercambio con alumnos que aumenten los flujos de comunicación con los mismos también contribuyen a mejorar la información para evaluar. Así pues, se debe facilitar la creación de blogs de clases y asignaturas, wikis y otras herramientas de la web social. Igualmente, el intercambio fluido y seguro mediante redes sociales, como Twister, también puede conducir al enriquecimiento mutuo. 

Sirva lo dicho para los alumnos en la relación alumno-profesor. Pero además existe un campo muy importante por explorar en lo relativo a la comunicación entre alumnos en sus relaciones personales. Creo que las RRSS y en general la TICs forman parte de un nuevo reto: el enriquecimiento recíproco entre alumnos, a través de unas relaciones correctas en sus “vidas conectadas”. Los centros tienen que abordar en sus reglamentos el uso de dispositivos, pero además han de abordar de forma transversal el buen uso de las aplicaciones y herramientas de las RRSS. La competencia digital, a mi modo de ver, ha de consistir en el conjunto de destrezas y aprendizajes, pero, especialmente en este caso, en la adopción de actitudes responsables, respetuosas y educadas en el contacto a través de la red.

Para terminar, hay que abordar la “proyección exterior del centro”. Del centro no sólo debe salir la información unidireccional de tipo administrativo.  Han de mantenerse los canales de los institutos como centros públicos, que expiden certificados y títulos, pero sobre la política de comunicación del centro debe servir para seguir haciendo del mismo un elemento clave en la vida social del barrio o ciudad en la que se sitúe. Por consiguiente, las herramientas de comunicación, los canales que se utilicen deben servir para trasladar a la sociedad aspectos relevantes del trabajo docente, de las actividades extraescolares, de las enseñanzas específicas, de los programas en que se participa, de las actuaciones relevantes de alumnos en su ámbito y hacia el exterior. La antigua “revista del instituto” en papel puede seguir publicándose, pero el instituto debe hacer lo posible para estar en la “nube”.  En definitiva, de la comunicación en los nuevos tiempos dependerá la valoración que la sociedad haga del centro.